Crónicas de una muerte de una marca anunciada

Crónicas de una muerte de una marca anunciada

Por: Daniel Cerillo
Director General Creativo

Podrían ser unas líneas dedicadas a la automatización e imposición de mensajes irrelevantes que saturan nuestros móviles, calles y demás. Sí, podrían ser. O el discurso cierto y agónico sobre la importancia de las ideas y nuestro valor como agencias para las marcas. También podrían ser.

Ante la incertidumbre que vive nuestra industria, no creo que exista solo una verdad que la “cure”. Sí, que la cure. Porque lo que sí creo es que está algo enferma y con pronósticos poco alentadores sobre su salud.

“Datos, no opiniones” nos dice Google (entre muchas cosas que nos dice y acatamos sin objeción) y yo le sumo “análisis, no literalidad” … cuando hablamos de algo tan importante como los datos; el nuevo petróleo según varios. ¿Pero, para qué los usamos? ¿Para convertirnos en el vendedor insistente que termina cansándonos? Muchas veces sí. ¿Los podemos usar mejor? No, debemos hacerlo. Porque en un mundo donde existen más marcas que productos, solo aquellas que entiendan a la gente y se pongan realmente en su lugar, podrán seguir existiendo.

Humanicemos los datos, estamos hablando de personas que elijen o no una marca por una conexión emocional, sí, emocional. La emoción decide, la razón justifica.

Hace unos meses, unos chicos estudiantes de Creatividad visitaron la Agencia. La mayoría de ellos usaban iPhone y al preguntarles a cada uno por qué, lo justificaban con: “es más seguro”, “es compatible con mi Mac” y varias razones más. Todas respuestas lógicas, pero faltaba la más importante: “porque me gusta”. La emoción decide, la razón justifica.

Podemos discutir si Apple viene en picada o no, pero algo nos enseñó: hacer que sus productos sean deseados por muchos. Y no lo hizo siendo el vendedor insistente que nos termina cansando por no entender que hay momentos donde no queremos hablar con nadie ni que nadie nos hable. Como publicistas, somos expertos en interrumpir, ¿poco sensible no? Podemos elegir no estar ahí o estar de otra manera, que no genere la imperiosa necesidad de skipearnos. Mi sobrino (que acaba de cumplir 2 años) ya sabe que ese botón a la derecha es para saltar lo que no le gusta y poder ver lo que sí le gusta.

Además, a pesar de tener una cantidad de contenido increíble, plataformas con Youtube, Spotify y algunas más, ofrecen como propuesta de valor un servicio de pago donde no nos interrumpirá la publicidad. Pago por no verte querida publicidad.

“Los números no mienten, mienten los que hacen los números”. El autor de esta frase (con la que no puedo estar más de acuerdo) fue un Contador, que entre otras cosas fue Presidente de mi equipo de fútbol en Uruguay y me lleva a lo siguiente. Tal vez un buen ejercicio sea auditar las métricas que tenemos como industria, en muchos casos pueden estar erradas y ser parte de lo que la está enfermando. ¿Vamos a seguir compitiendo por clicks que muchas veces se dan por engaño? ¿Vamos a seguir interrumpiendo con mensajes molestos? ¿Vamos a hacerlo mejor?

No seamos tan anunciados, busquemos la forma de sorprender y refrescarnos.
Porque, aunque el tiempo no sea lineal, empezó otro año y con él la posibilidad de dejar de ser el vendedor insistente que cansa y pasar a ser más relevante y, sobre todo, más humano.

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